miércoles, 8 de febrero de 2012

Leon Lederman y la física como entretenimiento

Quiero presentaros un libro muy particular, de Leon Lederman y Dich Teresi, editado por Crítica en su Colección Drakontos, titulado La partícula divina. Si el universo es la respuesta. ¿Cuál es la pregunta?. Es un librito editado por primera ve en 1993, por lo que es algo antiguo, desfasado en algunos momentos, pero no por ello en absoluto falto de interés (recordemos que al día de hoy la partícula divina o Bosón de Higgs aún no se ha encontrado y que es en este año de 2012 cuando el CERN va a intentar de nuevo encontrarlo en su "Gran Colisionador de Partículas".

Si el libro es interesante e imprescindible de leer, a pesar de su antigüedad, es por ser una entretenidísima inroducción a la historia de la física en donde Lederman y Teresi nos van a contar el largo paseo dado desde la Ciudad de Mileto, allá en la antigua Grecia, hasta la ciudad norteamericana de Wasahachie, sede del inacabado Supercolisionador Superconductor norteamericano de principios de los noventa.

Leon Lederman fue director del Fermilab de Chicago de 1979 a 1989 y el diseñador del  Supercolisionador Superconductor de Texas. Obtuvo el Premio Nobel de Física en 1988.

Dick Teresi fue director de la revista Omni

La Partícula Divina. Si el universo es la respuesta. ¿Cuál es la pregunta?

Dramatis personae

1. El balón de fútbol invisible
    ¿Cómo funciona el universo?
    El principio de la ciencia
    León atrapado
    La biblioteca de la materia
    Los quarks y el papa
    El balón de fútbol invisible
    La pirámide de la ciencia
    Experimentadores y teóricos: granjeros, cerdos y trufas
    Unos tipos que se quedan levantados hasta tarde
   ¡Eh, oh! matemáticas
    El universo sólo tiene unos segundos
    El cuento de de las dos partículas y la última camiseta
    El misterioso señor Higgs
    La torre y el acelerador

2. El primer físico de partículas
    Tarde por la noche con Lederman
    Mirar por un calidoscopio

Interludio A: Historia de dos ciudades

3. En busca del átomo: la mecánica
    Galileo, Zsa Zsa y yo
    Bolas e inclinaciones
    La pluma y la moneda
    La verdad de la torre
    Los átomos de Galileo
    Aceleradores y telescopios
    El Carl Sagan de 1600
    El hombre sin nariz
    El místico cumple
    El papa a Galileo: cierra la boca
    La esponja solar
    El señor de la Casa de la Moneda
    Que la fuerza esté con nosotros
    La F favorita de Isaac
    ¿Qué empuja hacia arriba?
    El misterio de las dos masas
    El hombre con dos diéresis
    El gran sintetizador
    El problema de la gravedad
    Isaac y sus átomos
    Una sustancia fantasmagórica
    El profeta dálmata 

4. En busca, aún, del átomo: químicos y electricistas
    El hombre que descubrió veinticuatro centímetros de nada
    La compresión del gas
    El juego de los nombres
    El pelícano y el globo
    De vuelta al átomo
    Jugando a las cartas con los elementos
    Ranas eléctricas
    El secreto del enlace químico: otra vez las partículas
    Conmoción en Copenhague
    Otro Déja vu de cabo a rabo
    Velas, motores, dinamos
    Que el campo esté contigo
    A la velocidad de la luz
    Hertz, al rescate
    El imán y la bola
    ¿La hora de volver a casa?
    La primera verdadera partícula

5. El átomo desnudo
    Cuando el arco iris no basta
    Prueba contundente número 1: la catástrofe ultravioleta
    Prueba contundente número 2: el efecto fotoeléctrico
    Prueba contundente número 3: ¿a quién le gusta el pudin de pasas?
    La lucha
    Bohr: en las alas de una mariposa
    Dos minutos para la energía
    ¿Entonces?
    Un vistazo bajo el velo
    El hombre que no sabía nada de bacterias
    Las ondas de materia y la dama en la villa
    La onda de probabilidad
    Qué quiere decir esto, o la física del corte de trajes
    Sorpresa en la cima de una montaña
    La incertidumbre y esas cosas
    La tortura de la rendija doble
    Newton frente a Schördinger
    Tres cosas que hay que recordar sobre la mecánica cuántica

Interludio B: Los maestros danzantes de Moo-Shu
    El rumor de la revolución

6. Los aceleradores: estrellan átomos, ¿no?
    ¿Se le va ocurriendo a Dios todo esto sobre la marcha?
    ¿Por que tanta energía?
    El hueco
    El ponderador
    La catedral de Monet, o trece formas de mirar un protón
    Materia nueva: nuevas recetas
    Las partículas que salen del vacío
    La carrera
    Emprendedor y agitador en California
    La Gran Ciencia y la mística californiana
    El sincrotón: tantas vueltas como uno quiera
    Ike y los piones
    Las señoras de Beppo
    El primer haz externo: ¡hagan sus apuestas!
    Un desvío por la ciencia social: el origen de la Gran Ciencia
    De vuelta a las máquinas: tres grandes avances técnicos
    Más grande, ¿es mejor?
    Un cuarto gran avance: la superconductividad
    El vaquero que dirigió un laboratorio
    Un día de la vida de un protón
    Decisiones, decisiones: protones o electrones
    Colisionadores o blancos
    La fabricación de antimateria
    Se abre la caja negra: los detectores
    Burbujas y alegría, penas y fatigas
    Lo que hemos averiguado: los aceleradores y el progreso de la física
    Tres finales: la máquina del tiempo, las catedrales y el acelerador orbital

Interludio C: Cómo violamos la paridad en una semana... y descubrimos a Dios
    El experimento en el espejo
    El café de Shangai
    El experimento

7. ¡Á-tomo!
    La fuerza eléctrica
    Partículas virtuales
    El magnetismo personal del muón
    La interacción débil
    La simetría ligeramente rota, o por qué estamos aquí
    El pequeño neutro, atrapado
    La ecuación explosiva
    Asesinato, S.A, y el experimento de los dos neutrinos
    La deuda brasileña, las minifaldas y viceversa
    La interacción fuerte
    El grito del quark
    Leyes de conservación
    Bolas de niobio
    Vuelve "Rutherford"
    La Revolución de Noviembre
    A la caza del chichón
    ¿A qué vino tanto jaleo? (y algunas uvas verdes)
    El encanto desnudo
    La tercera generación
    Revisión de la interacción débil
    Es el momento de respirar más deprisa
    Hallar el zeta cero
    Revisión de la interacción fuerte: los gluones
    ¿El final del camino?

8. La Partícula Divina, por fin
    Un fragmento de la agonía del modelo estándar
    La simplicidad oculta: el éxtasis del modelo estándar
    El modelo estándar, 1980
    La quimera de la unificación
    El gauge
    Hallar el W
    Carlo y el gorila
    Una vuelta en el número 29
    ¡Victoria!
    En la cima del modelo estándar
   ¿De qué estamos hablando?
    La búsqueda del quark top
    El modelo estándar se mueve bajo nuestros pies
    Por fin...
    La crisis de la masa
    La crisis de la unitariedad
    La crisis del Higgs
    Una digresión sobre nada
   ¡Hallad el Higgs!
    El Desertrón
    El presidente Reagan y el Supercolisionador: una historia verídica

9. Espacio interior, espacio exterior y el tiempo antes del tiempo
    Espacio interior/espacio exterior
    Un acelerador de presupuesto ilimitado
    Hay teorías y teorías
    Las GUT
    Susy
    Supercuerdas
    La planitud y la materia oscura
    Charlton, Golda y Guth
    La inflación y la partícula escalar
    Antes de que empezase el tiempo
    La vuelta del griego
    Adiós
    ¿El final de la física?
    El obligatorio final feliz

Agradecimientos
Nota sobre la historia y las fuentes
Índice alfabético

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